lunes, 3 de diciembre de 2012

Capítulo 2: Muero salvando.



-        -  Mi papá era panadero – Me dice Gale –  ¿Porqué no vamos a comer?
Digo que si con la cabeza y nos vamos a una cocina, en donde hay alguien de pelo rubio sacando pan del horno, y, supongo, que es Peeta.
-        -  Ya despertó -  Le dice Gale
-         - Dale un pan y leche, la necesita – Dice sin dejar de poner atención a lo que hace – Por cierto, ¿no han regresado tu mamá y Amy?
-         - No, Fueron a cazar, pero pienso que fueron al lago.
-          -Ok
Gale me pasa un quequito sin glaseado y un vaso de leche. Me lo como en silencio.
-          -¿De dónde vienes? – Me pregunta Peeta
-          -Antes de llegar aquí vivía en el bosque, pero quería cambiarme de casa.
-          -Y antes de eso, me refiero a ¿de qué distrito eres?
Eso, de qué distrito soy. Toda mi vida he estado en el bosque, sólo sé que mis padres eran profesionales. Mis padres. Murieron cuando tenía siete años, lo que equivale a cinco años de estar huérfana. Ellos me entrenaron desde los dos años y ahora se puede decir que soy “profesional”.  Mientras nadie me ve, cojo un cuchillo muy filoso, y me lo pongo en una bolsa del pantalón, con la esperanza de lograr salir de aquí y seguir en busca del distrito doce.
-         - Nunca me dijeron de dónde soy. Perdón que le pregunte, pero me ¿puede decir dónde estoy?
-          -Estás en el distrito doce.
-          -No, no, no, no, no, no. El distrito doce tiene más casas y tiendas, o eso es lo que me dijo mi mamá… - Balbuceo – hace más de cinco años. – digo, susurrando.
-          -El distrito doce desapareció cuando terminaron los 75° Juegos del Hambre.
-          -No he visto los juegos desde hace tres años, no los he visto desde……
Dejo la frase sin terminar. Me levanto de donde estoy sentada y voy hacia la puerta. Antes de abrirla, se abre sola y me da un empujón y me caigo al suelo. En la puerta hay una señora y una niña de dieciséis años aproximadamente.  No he dicho nada cuando La señora me apunta con una flecha que saca de su carcaj.
-          -¿Qué haces aquí? – Me pregunta
-          -¿Qué pasa, Katniss? – Peeta interviene poniéndose a mi lado izquierdo – Ella no ha hecho nada malo…
-          -No, por ahora…….. Sé que eres, y no me importaría matarte.
Si, me acuerdo que alguien me vió cuando dejé de ser humana, y era ella.
-          -No lo voy a decir otra vez, ¿Qué haces aquí?
Estoy a punto de contestar cuando veo otro muto, el muto que me atacó a punto de atacar a alguien, a la chica. Antes de que llegue hacia ella decido matarlo, aunque me cueste la vida. Sé que si lanzo mi cuchillo hacia el muto Katniss me atravesará el corazón con su flecha, porque aún no ha visto que el muto se aproxima. Cuando el muto está en la espalda de la chica, en un movimiento rápido cojo el cuchillo de la bolsa y se lo lanzo. La chica grita y sé que he acertado. La chica no gritó por el cuchillo, el muto le acababa de encajar las garras en la espalda y la jaló para atrás, haciendo que se cayera al suelo. Pero la he salvado. Me muevo hacia la derecha mientras una flecha se encaja en el suelo de donde yo estaba. Katniss me sigue aventando flechas hasta que me salgo por la ventana y voy hacia el muto. Cuando verifico que está muerto, dos flechas se me encajan en el brazo, y una en el corazón.